domingo, 6 de noviembre de 2011

Fin de año… tiempo de reflexiones

Como si diciembre no trajera suficientes presiones, llega el momento de repasar lo que nos pasó en el año que se va… y lo que está pendiente para el próximo. En esta nota te diremos como aprobar el examen con un “10 Felicitado”.



Diciembre, finalmente… Siempre se nos viene encima y siempre nos deja malheridas. Época de ultimátums, de liquidar en tiempo record todo el trabajo pendiente que estuvimos gambeteando durante doce meses, de cansancio acumulado, de tirar hasta las vacaciones con el último aliento… Los seres con vida social, en diciembre, no paran de juntarse, aunque más no sea a levantar la copa sin saber por qué. Y en estas reuniones uno no sabe si brindar para que el año termine rápido o para que tenga dos o tres meses mas, cosa de poder cumplir con todo lo que nos habíamos planteado en un principio… Sí, llega la hora del balance. ¿Por qué? Porque tiene que ver con las expectativas que acumulamos durante el año. Necesitamos ver que logramos y que dejamos en el tintero para proyectarnos, y, de alguna manera, empezar de nuevo. Si tuvieras que elegir una sola palabra para definir el año que pasó ¿Cuál sería? “fugaz”, “fructífero”, “olvidable”, “fascinante”… no siempre la palabra es la que mas nos gusta, ya que no es divertido encarar esta cuestión de deudas y promesas cumplidas (o sin cumplir). Por lo menos no todos los años. Están los pésimos, los que desearíamos borrar de nuestra biografía, los excelentes, y otros que vienen surtidos. ¿Los peores?: los exasperantes, en los que parece que no pasó nada, que todo sigue igual, empeorando o mejorando pero a ritmo muy lento. Tan sin cambios que nos sentimos vegetales.

Hay que ver el vaso medio lleno… En realidad, siempre nos está pasando de todo. Hacemos cosas (incluso aunque no las hayamos planeado) por mas que desde el medio del remolino nunca tengamos tiempo de parar y verlas. Ahora es cuando nos damos cuenta de que ese cambio de puesto que tanto nos estresaba en mayo, por ejemplo, terminó por ser un soplo de oxígeno fresco en nuestra carrera. O que el tipo de aquel verano que perfilaba como hombre de tu vida, en otoño se convirtió en un total imbécil. O de que te convenía comprar una heladera (aunque sea en 56 cuotas) antes de seguir gastando en técnicos… En conclusión ¿trabajo nuevo?, ¿“estado civil” nuevo?, ¿heladera nueva?... todo eso lo has hecho tú, ¿O que pensabas? ¿Que solo valen las cosas grandilocuentes?. Para nada: tu vida es lo que te pasa mientras estás ocupada haciendo otros planes. Por eso con simples cosas como revisar la agenda, releer tu diario o limpiar tu billetera, puedes encontrar la lista de tus logros. Una lista, digamos, interesante. No siempre perfecta, pero sí con muchas más cosas buenas de las que nos damos cuenta. ¿Asombro? Seguramente no te habías dado cuenta de todo lo que anduviste siendo y haciendo (aprendiendo, intentando, encontrando, abandonando o empezando) últimamente. No importa qué, mientras que al evaluarnos nosotras ponemos el afecto en primer lugar y tenemos un saldo positivo si nos sentimos amadas, para los hombres la prioridad sigue siendo la situación económica y el prestigio social. En conclusión, como en cualquier balance, en el de fin de año todo depende de lo que pongas en el “debe” y en el “haber”.
El movimiento se demuestra andando… La vida es un cambio, y ver la oportunidad que existe en el cambio es lo que hace que cambie tu vida. Es como una reacción en cadena. Quizás nunca vayas a saber hacia donde estás yendo exactamente hasta que llegues, por sí puedes estar segura de algo: hasta que no hagas el primer movimiento, las cosas no empezarán a echarse a rodar. Es importante tener en claro que hay que ponerse metas que no sean inalcanzables, pero sí ambiciosas y concretas. También hay que tener en cuenta que la realidad puede mirarse desde muchos ángulos. Puedes hacer tu balance desde lo que perdiste o desde lo que puedes aprender de eso. Lo importante es ser honesta con una misma. Y para terminar, más que todo lo anterior es fundamental creer en la posibilidad de empezar de nuevo. A lo mejor ésa sea la verdadera magia de las Fiestas. En todo caso, estas noches de diciembre, de reuniones con amigos y familiares, son un buen momento para poner a prueba tus ganas de volver a intentarlo. ¡Brinda entonces por que sea cierto!

3 comentarios:

  1. excelente blog el mejor muy interesante

    ResponderEliminar
  2. mujeresporsiempremujeres7 de noviembre de 2011, 10:03

    Gracias Euge... Esperemos les guste..

    ResponderEliminar
  3. Si, podrían reflexionar mas seguido las mujeres, jajaja. Mentira, va con onda :)
    Un saludo a todos!!!
    http://tarjetamagneticavscospel.blogspot.com/

    ResponderEliminar